(Si no te importa, me gustaría que pusieras la canción de abajo antes de empezar a leer. Gacias).
Cuando tenía cuatro años, mi madre siempre me decía que bailaba igual que Michael Jackson, yo me lo creía y eso me motivaba a seguir haciéndolo.
Más adelante, cuando cumplí los siete años, pasaba los días con mi vecina, Patricia. Ella y yo éramos como uña y carne, nos dedicábamos a inventar coreografías y enseñárselas luego a nuestros padres. Bailábamos desde High School Musical hasta Reggeaton.
Y unos años después, buscando nada en especial por Internet, me volví a topar con el baile. Pensé atreverme pero me daba vergüenza, hasta que pensé en cuántas ganas tenía y lo hice.
No intento obligar a bailar a nadie, ni mucho menos a convertiros en bailarines profesionales, pero... ¿Y si estás solo en casa y puedes poner la música al máximo volumen? ¿realmente no te entran ganas de levantarte?
Puedes haber tenido una pelea con tu pareja, puedes haber suspendido un examen, pueden haberte despedido... Y tú, puedes levantarte de esa silla delante del ordenador, terminar de subir el volumen y ponerte de pie. No tiene por qué darte vergüenza, ahora mismo estáis solos tú y la música en casa.
Te prometo, que el baile, justo en ese momento, segundos después de haberte levantado de esa silla, mostrará tus sentimientos en el más puro estado, y conseguirá sacarlos fuera, donde hay aire fresco, donde no importa quién seas, qué te haya pasado o qué hayas hecho.
Ballet, Contemporáneo, Hip Hop, Flamenco... ¿Qué mas da?, hará que consigas deshacerte durante esos segundos, minutos, o incluso horas del miedo, y de los problemas que más te asustan.
Personalmente, desde aquí, quiero dar las gracias al baile, no solo por lo que es, también por lo que me hace ser.
.
Ésta es una canción compuesta por Brian Crain, llamada Wind, publicada en 2012 en la que hace un dueto de piano y violín.
Espero que te guste.
Ana Vázquez Rull
No hay comentarios:
Publicar un comentario