viernes, 18 de octubre de 2013

EL ÁRBOL

En primer lugar, quiero decir que he elegido este vídeo para mi primer crédito porque en tiempos como éstos, en los que todos buscamos únicamente el beneficio personal, es cuando verdaderamente hace falta aprender sobre el trabajo en equipo. 

Encontré este clip en youtube, tras varios clicks aquí y allá, y tuve la corazonada de que no me sería indiferente. Se trata del cortometraje ''The Tree" (el árbol), dirigido por Milind Dhaimade, de origen hindú, dentro de la campaña Lead India. Esta campaña publicitaria, creada para celebrar 60º aniversario de la Independencia en 2007, fue una iniciativa tomada por "The Times of India", el periódico en lengua inglesa más leído en India.



"La idea del comercial es que la mayoría de la gente en La India es consciente de los problemas económicos, políticos y sociales pero nadie quiere hacer nada al respecto. La gente prefiere quejarse en lugar de actuar".



Sin duda, el árbol es una metáfora que elude a los problemas que India está afrontando, pero yo me atrevo a aventurar que el cortometraje no va dirigido únicamente a los ciudadanos de ese país. Creo que hace referencia a cada problema que nos encontramos en nuestras vidas, más grande o más pequeño; un problema que ha ido creciendo más y más y se ha derrumbado por su propio peso, como árbol que nadie ha sabido cortar a tiempo, desde la raíz.

Obviamente no podemos limpiar de un día a otro las manchas de nuestros antepasados o las nuestras propias; pero, sin embargo, si trabajamos juntos para mejorar el conflicto, conseguiremos enmendar los errores cometidos. El problema es que actuamos como los adultos del vídeo: discutiendo y sin escuchar a los demás. Y es que la gente mayor siempre está tan ocupada en demostrar que lo que piensa es lo correcto que los jóvenes no oímos más que un barullo de quejas que bullen de aquí y de allí y que lejos quedan de una actitud de cambio. Quiero decir, todos sabemos quejarnos de cosas obvias (por ejemplo, de la pésima situación económica), pero la mayoría elije echarse la culpa los unos a los otros en vez de buscar soluciones. Si vemos un debate PP-PSOE en la televisión, se resume en cómo el representante de un partido le echa cosas en cara al otro y viceversa y, si seguimos en este plan, las cosas no van a cambiar. Los problemas no se arreglan profiriendo insultos y apretando el claxon desde el interior de tu coche, sino saliendo de éste para plantar cara al problema.

Creo que otro de nuestros grandes problemas es que tendemos a no tomar en serio a todo librepensador. El protagonista del vídeo al principio era objeto de la risa colectiva; había incluso gente que le grababa, como si fuese un animal de circo. Nadie le tomaba en serio. Sin embargo, la decisión y la constancia del niño eran contagiosas, y los ciudadanos, sin pensárselo dos veces, se apresuraron a unirse a su causa. No debemos tomar por estupidez una pequeña idea, porque son éstas las que dan lugar a grandes cambios. No hay lugar para la vergüenza o el "qué dirán" cuando se está produciendo un cambio: al igual que los personajes del cortometraje, debemos luchar todos juntos por lo que creemos que es justo; al fin y al cabo, ¿no se basa en eso la ética? ¿no se basa en tener unos ideales y actuar en consecuencia? ¿en defender lo que es bueno y justo? ¿en tener en cuenta al prójimo? 
Todos podemos ser el Héctor que luchó hasta la muerte por defender su patria, Troya. Pero es imposible hacerlo solos.

Solo si trabajamos en equipo, ignorando religiones, clases sociales, empleos, ideales políticos, edades y razas, podremos alcanzar nuestros objetivos, sean cuales sean. Será complicado, no lo dudo. Seguramente sintamos ganas de dejarnos caer al suelo, abatidos, y de desistir. De dejar de empujar el mohoso y viejo tronco que simboliza nuestros mayores problemas, los que no nos dejan vivir y nos matan por dentro poquito a poco. Es también muy probable que tropecemos una, dos, tres o veinte mil veces. Pero debemos pensar en lo que nos espera tras el sacrificio: el fin de la tormenta, la salida del sol, vía libre para hacer la vida que queremos y, sobre todo, un nuevo aire de solidaridad y apoyo que unirá todos nuestros corazones y los hará latir al mismo son.


"Yo hago lo que usted no puede, y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas".

Madre Teresa de Calculta

Por Marina León 

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