lunes, 10 de febrero de 2014

Todos podemos cambiar

  Si tuviera que elegir un hecho que haya cambiado mi vida sería, sin duda, mi entrada en los scouts. Si bien en el colegio te forman para ser un ingeniero, filólogo o historiador, el movimiento scout te forma como persona y te enseña de forma práctica valores humanos mediante debates, actividades al aire libre y servicios a la comunidad. Gracias al escultismo he visto caer el sol desde altivas montañas, he vivido momentos increíbles junto a grandes personas y me he conocido mejor a mí misma.  Es por esto por lo que decidí hacer mi crédito sobre el fundador del movimiento scout, Baden Powell, sobre el que no sabía mucho pese a que me lo habían mencionado infinidad de veces. Para ello decidí leerme una pequeña biografía del líder del escultismo.


  Lord Robert Stephenson Smith Baden-Powell, 1er. barón de Gilwell nació en Londres el 22 de febrero de 1857. Descendiente de colonizadores y profesores de prestigio, obtuvo una beca en la escuela Charterhouse y, al graduarse, aceptó la oportunidad de viajar a la India para ocupar un puesto de subteniente, comenzando así su carrera militar. Allí destacó por sus excelentes servicios militares, por lo que le destinaron a África para luchar contra zulúes, ashantis y matabeles, etnias africanas que a duras penas resistían frente al imperialismo europeo. Sin embargo, su mayor "hazaña militar" tuvo lugar en África del Sur en 1899, donde defendió la ciudad de Mafeking, que fue sitiada durante 217 días.


  En 1901 regresó a Inglaterra, donde fue recibido como un héroe reconocido. Allí descubrió además que su libro “Aids to Scouting” (Ayudas para el Escultismo), escrito para el ejército, estaba teniendo un gran éxito en todo el mundo. Decidió aprovechar la gran influencia del manual para desarrollar la idea del movimiento scout, creando los primeros grupos y campamentos scouts con la idea de ayudar a los jóvenes a ser más fuertes y patriotas que nunca. Su idea adquirió más y más reconocimiento, y para 1910 adquirió tal prestigio que Baden Powell era famoso en todo el mundo.

  Fue entonces cuando se dio cuenta de que la principal virtud del escultismo no debía ser formar a los jóvenes como soldados disciplinados, sino como personas y altruistas. Abandonó su carrera militar y decidió dedicar sus últimos años de vida a conocer a los diferentes grupos scout y hacer del mundo un lugar mejor. Durante la Segunda Guerra Mundial BP y las tropas de todo el mundo actuaron como bomberos, enfermeros y carteros, ayudando a todo el que pudieron y permaneciendo siempre listos y con los ojos muy abiertos. El líder scout falleció el 8 de enero de 1941 en África junto a su mujer Olave; fue enterrado por un grupo de soldados y scouts de diferentes etnias y razas en el gran monte Kenya.


  Mi primera impresión sobre Baden Powell fue una grandísima decepción. Esperaba que el artífice del escultismo fuera un hombre modelo, pero a mi parecer era un racista y un hombre sin escrúpulos. Me negaba a creer que un colonizador europeo pudiera haber creado un movimiento pacifista y que apoyaba la hermandad entre naciones, ¿quién se tragaría eso?


  Toda mi vida había imaginado que el movimiento scout, además, había sido una organización por y para los jóvenes, no un adoctrinamientro al patriotismo y al belicismo.  De hecho, en una ocasión, Winston Churchill habló sobre BP de este modo:

"Los tres más famosos generales que conocí en mi vida no ganaron ninguna batalla al enemigo extranjero. Sus nombres, empero, todos los cuales empiezan con "B", se han convertido para nosotros en términos familiares. Son los Generales Booth, Botha y Baden-Powell. Al General Booth le debemos el Ejército de Salvación; al General Botha, la Unión Sudafricana, y al General Baden Powell, el movimiento de los Boy Scouts".


  ¿No ganaron ninguna batalla al enemigo extranjero? El General Booth fue un buen hombre con la intención de ayudar a marginados sociales (drogadictos, prostitutas, etc), pero el general Botha y Baden-Powell fueron unos imperialistas asesinos.


  Sin embargo, continué leyendo aquella biografía y vi un cambio: aquel hombre que antes había sido un colonizador, ahora luchaba por la igualdad; aquel hombre que ponía la fortaleza de los muchachos por delante, ahora valoraba más encontrar sus grandes cualidades bajo sus defectos; aquel hombre al que entregaron grandes reconocimientos militares, ahora se enorgullecía al ser recompensado con el amor y el respeto de los jóvenes del mundo; aquel hombre que vivía de la muerte, ahora vivía de la vida. BP pasó de ser el líder de un ejército al líder de un movimiento pacifista. Pasó de ser un racista a un hombre bueno y justo.


  Viendo todo esto me es imposible no preguntarme lo siguiente: ¿hasta qué punto puede llegar a cambiar una persona? ¿Qué nos hace cambiar? ¿Necesitamos un punto de inflexión o todo cambio es progresivo? ¿Cómo puede una persona aprender a amar?


  No sabría responder a la mitad de estas preguntas pero, si hubo algo o alguien que ayudó a BP a cambiar, le doy las gracias, pues el líder scout también me ha hecho cambiar a mí indirectamente.


Queridos scouts:

Si alguna vez han visto la obra de "Peter Pan", recordarán cómo el jefe de los piratas estaba siempre haciendo su último discurso de despedida por temor de que, posiblemente, cuando llegara la hora en que habría de morir, no fuera a tener tiempo para darlo a conocer. Así me sucede a mí, y aún cuando no me estoy muriendo en este momento, esto tendrá que suceder uno de estos días, y deseo decirles una palabra de despedida. Recuerden: esta es la última que oiréis de mí, por lo tanto, medítenla.


He tenido una vida muy dichosa, y deseo que todos ustedes tengan también vidas muy dichosas. Estoy convencido de que Dios nos ha puesto en este mundo maravilloso para que seamos felices y gocemos de la vida. Pero la felicidad no proviene simplemente de la riqueza, ni de tener éxito en la carrera, ni dándose uno gusto a sí mismo. Un paso hacia la felicidad es hacerse uno sano y fuerte cuando niño, para poder ser útil y así poder gozar de la vida cuando se es hombre.


El estudio de la naturaleza les enseñará cómo Dios ha llenado de cosas bellas y maravillosas este mundo para que lo puedan gozar. Estén satisfechos con lo que les haya tocado y saquen de ello el mejor partido que puedan. Vean siempre el lado bueno de las cosas y no el malo.


Pero la verdadera manera de obtener la felicidad es haciendo felices a los demás. Traten de dejar este mundo en mejores condiciones de como lo encontraron; de ésta manera, cuando les llegue la hora de morir, podrán hacerlo felices porque, por lo menos, no perdieron el tiempo e hicieron cuanto les fue posible por hacer el bien. "Estén Listos" en ésta forma, para gozar de una vida dichosa y morir dichosos: aférrense a su Promesa Scout siempre, aún cuando hayan dejado de ser muchachos. Que Dios los ayude a hacerlo así.Su amigo


Carta de despedida de Baden Powell




Por Marina León 

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